Datos personales

Mi foto
...........no vienen al caso.....

sábado, 1 de septiembre de 2007

............................


En el bosque de tu soledad te escondes,
no necesitas que sea de noche, pues sólo
dejas caer el derroche de tu amargura y responde
con la tristeza que tiñe de escarlata todo.

Y el ambiente gris que te rodea
nada te deja ver y con ansia esperas
un momento en el qué huir
del bullicio de junto, pero que no vayan a oír.

Y fuera de vista echas pronto a correr,
lejos del mundo, del que no te puedes esconder,
más no escuchas y te internas de nuevo
en el ya conocido y negro terreno.

Nadie ve, nadie oye y todo en orden,
en la esquina, tristemente celebras,
aunque del devaste estés al borde,
el poder estar a solas con tu soledad.

Tu felicidad es la tristeza que te invade
cuando el silencio apaga tus sentidos
y entorpeces allí donde no hay nadie
buscando lo que queda de tus pobres latidos.

Y allí bajo el velo de camuflaje
que impide de fuera el filtraje
de extraños a tu guarida,
exploras de nuevo cada herida.

Una por una, como en sueños,
las observas y recuerdas de la causa el dueño,
aquél que pudo mutilar tu corazón,
esa, tu única triste nación.

Recuerdas de golpe sucesos de antaño,
lo que el tiempo borró con los años,
no es verdad, siguen allí, molestando,
con cuidado, podrían seguir lastimando.

Blancas se tornan las frías paredes,
son cuatro, ¿a dónde mirar?,
la vista en todos lados es igual,
piensas que ver ya no puedes.

Tenue se vuelve la luz de tu mente,
veo surgir oscuridad de esos muros,
son los demonios que te acosaron siempre,
volviendo tus sueños y pensamientos oscuros.

Veo brotar la sangre de las paredes,
amargura y no dulzura tiene,
impura, con aquella negrura,
y veo opacarse todo con la gris bruma.

Se corta el aire con el grito desgarrado
como su garganta sangrante
de lágrimas que debió haber derramado
en un pasado que vuelve constante.

Y le tortura la mente y el corazón,
se apaga el alma, dolida,
y siente perder la razón,
y llega una locura que siempre tuvo cabida.

Le grita al cielo, a la tierra, y nadie oye,
llora la sangre podrida y nadie ve,
se desgarra el pecho con pasión amarga
y frenética de su misma traición.

“Jamás pediré ayuda”, jamás la necesitó – ¿o sí? –
pues fue la compañía quien le condenó,
grita, sin embargo, provocando terror
a la oscuridad, se expande en horror.

Las sombras echan a volar
a su alrededor, a su alma velar,
a punto de morir está,
su cuerpo aún resistirá.

Y no quiere más gritar,
vivir en el pasado, su asesino
presente de lo que quiere soñar
lo que con un llamado vino.

La Muerte no sería más que el alivio,
abarcar puede su pasado y su futuro,
cualquier pensamiento impuro,
ilusiones mutiladas por un sentimiento con filo.

Pero la Dama Negra no le visitará,
allí encerrado en el gris ambiente,
con sombras velando de su alma la muerte,
mientras su cuerpo vacío más sufrirá,
se encuentra perdido, ¿qué pasará…?

No hay comentarios: