
Apretare mis dientes
y morderé mis labios,
Para que las palabras no se salgan
clavándote mortales dardos.
Daré tu perdón al silencio.
Y enjugaré mis lágrimas en desagravio.
Porque aniquilaste mi corazón
como una traidora
y me dejas solo en el desamor.
Que importa ya que no te quiera.
El corazón pronto olvida.
Ahora solo queda
que con palabras no te hiera.
Guardare en mis adentros
todo lo malo que quería decirte.
Y cuando vengan los lamentos
solo les diré que moriste.
Es mejor el silencio que la venganza
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